Mis caminos me llevan a veces al encuentro "mágico" de personas "mágicas tambien"y no quiero dejar que pasen sin más a mi lado.
Ella es delgada,yo diría que enjuta .Tiene el pelo corto,blanqueando con prisa,su cara pintada de arrugas profundas llenas de lágrimas, de penas y los pensamientos repetidos.
Me cuenta,sin conocerme,los avatares ,que nadie le escucha,mientras camina ligera a mi lado con sus zapatos dorados de pequeño tacón.
Vamos juntas hasta la fuente donde coge agua para llevar a su casa grande,desconchada,casi blanca, donde vive sola.
La dejaba soñar mientras hablaba de sus hijas con todo el amor y la nostalgia de la madre que añora abrazos.
Asi era ella toda ternura,toda fragilidad , yo no volví a verla...me quedé triste,pregunté por ella ,la habían llevado a una residencia...
El ,era un encorvado "viejín"que llevaba apoyados en su bastón los 93 años.
Caminaba con el horizonte gris del asfalto como visión principal y se paraba ,levantando la cabeza ,como queriendo confirmar que había cielo ,árboles, casas.
Me saludaba alegre y caminaba lentamente a mi lado intentando seguir mis pasos que se volvían lentos.
Hablábamos de la vida ,de sus tiempos lejanos de mis cuitas por los pueblos y lo despedía ya cerca de su casa dándole un beso en su mejilla fría y llena de años....
Dejé de verlo después de una temporada sin ir por aquella ruta...no estaba ,también pregunté por el ...."se había ido".... paseaba feliz por paraísos lejanos....sentí la pena de un amigo perdido del que me queda el recuerdo en una fotografía que me dejó hacerle, posando alegre y un tanto "presumido"
Miraba al suelo quizás porque el peso de sus pensamientos no le dejaban asomarse al horizonte .Paraba en la estación el tren en uno de mis viajes para ver el mar .Fue algo instintivo ,allí lo vi ,con la boina llena de frío, el cuello subido y una inmensa tristeza en su cara.
Lógicamente ,no hablamos ,pero....¿para qué?....me dejó mil palabras en los mil silencios.
Lo fui perdiendo de vista poco a poco , me quedaba una estela de tristeza y de frustración por no poder abrazarlo.
El llevaba la alegría en su cara .Sus ojos azules de cielo en primavera me miraban soñadores de viajes.
Me gustaba hablarle y el "creo que feliz ", me enseñaba sus dibujos llenos de los colores del arco iris o aquel trozo de cartulina con los precios (como de rebajas).
Le gustaba que le diera algo para tomar un café ,cosa que quería compensar regalándome una de sus creaciones, no por que lo necesitara ,( pienso yo viendo su apariencia física).
A veces traía un sombrero de paja( le gustaban los sombreros),que me recordaba tremendamente a Van Gogh.
Ahora lo veo por la calle ,se deja llevar por una persona joven y yo lo saludo igualmente aunque sin pararme a charlar.
Como es lógico, las fotos están pixeladas, pero no quería dejar de dedicarles unas palabras por todo lo que pude aprender de ellos y por el cariño que me dejaron sentir.