Los caminos están ahí,esperando mis pisadas.Se esfuerzan en sorprenderme en cada recodo como una compensación a mis miradas.Son largos, cortos, anchos y estrechos.Saben llanear y también hacerse empinados. Recorro con la alegría del que descubre el mundo por primera vez. Me enseñan esa naturaleza con sus pueblos.Me dejan oír el sonido de sus habitantes.Los caminos son para recorrerlos y yo lo hago con la esperanza de que con mis imágenes ,todos los recorran también.
Me asomé a la ventana bien temprano para ver que me " deparaba el tiempo".....¡desilusión!...ahí estaba el cielo gris ,oscuro, dejando caer el "Orbayu"....adios caminata a la orilla de la mar....
Pero como en alguna ocasion (esta fue una),a lo largo de las horas va clareando y podemos ver como grandes ojos azules poco a poco empujan a las nubes aunque sin demasiada energía,por lo que aun quedan haciendo la competencia esos manchones grises.
Por eso,no sin pensarmelo un buen rato,cogí el tren y me fui al encuentro de la mar.
La temperatura era ideal,las olas,en una bajamar de las mayores rompian con fuerza dejando un runruneo característico y una especie de "neblina" originada por la espuma al aire.
En la playa los restos de numerosos árboles arrastrados por riadas anteriores,los perros correteando felices y yo asombrada por la maravilla que estaba viendo.
Todo eran tonos pastel ( algo que me encanta),una gigantesca sala de exposiciones con acuarelas y aguafuertes.....en la que no necesitas sacar entradas ni nadie te pone un tiempo de visita.
Una deliciosa mañana en la que te olvidas del mundo y admiras( más aún si cabe),nuestra "MARAVILLOSA NATURALEZA"